Goiânia, 11 de Março de 2012.
Arq. Jorge Villavisencio
CUSCO EN EL PERU DE HOY : REDESCUBRIMIENTOS
Por: M.Sc.ARQ. LEOPOLDO VILLACORTA ICOCHEA *
La ciudad imperial presenta su Centro Histórico ordenado, ejemplarmente limpio, con pobladores dispuestos a una comunicación cordial. Es una ciudad cosmopolita, diversa, heterogénea, pintoresca, dinámica, inagotable. Sin lugar a equivocarme, son pocos lugares en el mundo que en un espacio urbano limitado en su extensión, se escuchen más de cinco idiomas distintos, confluyendo a su vez gentes de diversas razas y culturas del mundo, en un escenario histórico y natural milenario. Es realmente un lugar de encuentro de buena parte de la humanidad dispuesta a reencontrarse consigo misma, y explicarse la capacidad del ser humano para crear, organizar, convivir con la naturaleza, proyectar la eternidad.
Es desde este ombligo, donde se extendió hacia el este, oeste, norte y sur, creando los 4 Suyos, uno de los imperios más organizados y más extensos de los siglos XV y XVI que haya existido sobre la Tierra, el Imperio Inca y su predominio sobre el territorio del Tahuantinsuyo, abarcaba los actuales territorios del Perú, Bolivia, Ecuador, sur de Colombia, norte de Chile y noroeste de Argentina; lugares donde aún se pueden observar restos de la ruta del Capac Ñan o camino inca, dentro de una red vial de más de 50,000 km, con el que integraban su territorio.
F.1 – Machu Picchu y su región.
Fuente: El Comercio (2011)
Y esto se percibe desde su actual e imponente plaza central de origen inca, desde los restos arqueológicos diseminados por todo este inacabable territorio, en el quechua de la resistencia, en la religiosidad, en el sincretismo, en el color del cielo, en el magnetismo y en la fuerza que sientes mientras lo observas todo.
La ciudad y sus barrios de San Blas, Santa Ana, San Jerónimo y San Sebastián, sus templos cristianos de origen colonial, conventos y museos, siempre presentes sobre una arquitectura inca eterna, imperecedera. El Templo del Sol o Coricancha, es uno de los más claros ejemplos de esa arquitectura casi perfecta, que nunca pudo ser demolida, por sus dimensiones y su calidad constructiva, a lo sumo cubierta con yesería durante la colonia para “desaparecer” cualquier vestigio de edificación pagana; hoy descubierta en toda su magnitud dentro del convento de Santo Domingo, se puede admirar la genialidad constructiva inca, en convivencia con esta edificación religiosa del siglo XVII, poniéndose en evidencia el encuentro de las dos culturas a través de la arquitectura.
F.2 – Machu Picchu
Fuente: Jorge Villavisencio (1986)
Qué importante fue redescubrir el ordenamiento del territorio inca y la definición de su traza urbana en el pueblo de Ollantaytambo, ubicado en el Valle Sagrado del río Vilcanota, lugar no incluido en los paseos turísticos ofrecidos. Y observar la racionalidad matemática y la simplicidad en el encuentro de sus calles en ángulo recto, ofreciendo manzanas urbanas ordenas en retícula, cuyas viviendas construidas al interior de éstas, carecían de ventanas hacia el exterior, volcándose la actividad doméstica hacia los patios interiores, en una ocupación poblacional ejemplarmente vigente, a pesar de los siglos transcurridos. Esta misma racionalidad de la retícula la encontraremos doscientos años después en el ordenamiento territorial de la naciente Norteamérica, habiendo existido quince siglos antes en localidades del mediterráneo; interpretando este hecho, independiente mente del espacio-tiempo en el que se producen, la feliz coincidencia de una lógica humana, simple y funcional, frente a los retos de su ordenamiento y su desarrollo.
Pero fue el genio creador del inca Pachacútec, el que hizo capaz que la historia, la memoria, la naturaleza y la vida estuvieran presentes en Machupicchu, una de las más grandes creaciones del ser humano, una maravilla del Mundo. Enclavada en un territorio de vegetación tupida, en ceja de selva, sobre la montaña empinada y abrupta, desde donde se observa casi todo desde las alturas, sin que te puedan ver desde abajo, dominándolo todo. Levantando una arquitectura que se acondiciona al accidentado terreno, al paisaje, a su cosmovisión, a su lucha por la vida y la continuidad de su imperio.
Machupicchu rinde culto al valor y a la inteligencia, a la organización comunitaria. La naturaleza lo sostiene en el tiempo, recordándonos quinientos años después, que no existen dificultades frente a la mano creadora del hombre, si convive con ella.
Piura, Noviembre 2011
* DECANO DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DEL PERU-REGIONAL PIURA
Más informaciones: lvillacortaicochea@yahoo.es
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