Arq. Jorge Villavisencio O.
En esta última parte de nuestro ensayo, realizaremos una síntesis de las relaciones críticas entre el “sujeto-objeto” y el “sujeto crítico-sujeto-objeto”.
Antes de realizar la síntesis de estas relaciones, vamos conceptualizar algunos puntos importantes [en nuestra manera de visión] sobre la crítica y su producto la valoración.
La crítica, como hemos dicho el presente ensayo, obedece en principio de hacer conocer [queremos decir culturalmente] el objeto, para crear “discusión” para los “seres”, por lo tanto crear polémica sobre el objeto a ser criticado, en base a los paradigmas de la crítica (selección, interpretación, descripción y la valoración), esto claro con la idea de otorgar de manera cognoscitiva nuestro “pensar”, si analizamos la crítica y en su valoración expresa un “subjetivismo”, por lo tanto la manera de visión corresponde al pensamiento del lector en su manera de visión. Pero la crítica esta entrelazada entre la historia y la teoría, para tener un conocimiento global de los significados de la crítica, por lo tanto llegamos a la conclusión, que sin teoría no habría crítica, pero también para hacer crítica existe la sensibilidad, que es nata en el crítico, por lo tanto los buenos críticos son producto de basto conocimiento en todas las áreas del territorio de la arquitectura, ya que nos referimos a la crítica de la arquitectura, por lo tanto la idea en este tipo de crítica, en lo ideal es que deba ser “anticipatoria”, como también para hacer crítica bebe contar con una sistematicidad, en la configuración de la crítica, para que la critica pueda tener validez cognoscitiva en la propia valoración que sí es subjetiva, y que en la crítica pueda ser vislumbrada a través de la epistemología, ya que como teoría o filosofía del conocimiento, comporta una serie de componentes, donde la crítica encuentre sus rumbos de juicio en las relaciones sujeto-objeto, y en esa crítica que en la mayoría no agrada, pero en su momento temporal más profundo agrada sí, por su honestidad y conocimiento del crítico.
En principio podríamos afirmar que las relaciones “sujeto-objeto” [queremos decir de forma directa – yo individual], serían las forma de entender el objeto, de una forma individual, consideramos que el crítico de arte y de la arquitectura se posiciona ante el objeto arquitectónico en una relación directa, esto es, en una relación individual, donde él precisa su punto de vista de determinada obra, esta relación individual del crítico parte de sus propias tendencias, experiencias, y conocimientos sobre la arquitectura, el crítico se aísla de todo prejuicio que pueda tener ante la obra, pero creemos que él crítico mantiene en su interior mental-psicológico, lo que se le podría determinar como “ideal arquitectónico” que para él es conveniente determinado objeto, también esta relación de percepción se hace subjetiva, ya que sí, se hace una crítica de la valoración de varios críticos, estos van tener puntos de vista diferentes, como también no conclusiva , algo así, como inacabada, para que posteriormente esta crítica se pueda continuar, dejando sus puertas abiertas.
Por otro lado la experiencia en las relaciones del crítico entre “sujeto crítico-sujeto-objeto” [queremos decir el – yo colectivo], se incluyen los “seres”, [queremos decir, varias personas], y de cómo la sociedad percibe el objeto, y como que el crítico al hacer la valoración, intuye el pensamiento de la sociedad, que también se ante-para hacia el objeto, la percepción solo se da a través del feedback, pero este mecanismo crítico tiene un componente importante, ya que como hemos explicado, también encuentra en la crítica los anhelos de una sociedad, de que lo que sea mejor para “todos”, entonces haremos una reflexión, en primer lugar nos estamos refiriendo a las relaciones “sujeto crítico-sujeto-objeto” y claro del objeto arquitectónico; en segundo lugar si la arquitectura dentro de sus principios básicos que deben ser para “todos”, sin exclusión, estaríamos pensando en los aspectos sociales y de la socialización de la arquitectura, por lo tanto los intereses de las comunidades, la ciudad y el país, sin distinción ninguna, esto hace que los mecanismo socializadores crea “tendencias del pensar” hacia el objeto, y que el crítico toma en cuenta, en el tiempo-espacio de realización de la crítica; en tercer lugar siendo la crítica en su pronunciamiento del juicio, que da la condición de la valoración del objeto, que se sintetiza en el gusta o no gusta, cuya respuesta se torna subjetiva, ya que la crítica no crea consenso, ni mucho menos tiene cuestiones de universalidad, como hemos explicado, dejando una ventana abierta hacia el futuro; en cuarto lugar si la crítica es motivo de las experiencias, en el sentido de la palabra plural – o sea varias experiencias - estamos colocando las varias vivencias del ser crítico, por lo tanto hay aciertos y fatalidades, que hacen parte del “ser”, por lo tanto es la vivencia del crítico que le da experiencia de lo vivido. Por todo esto podemos concluir que las relaciones “sujeto crítico-sujeto-objeto”, tienen si una importancia relevante en la conducta del crítico, aunque pensamos que es más coherente, por todo lo expuesto, la relación objeto-critico, o sea el yo individual, queda más evidente al realizar la crítica y su producto de valoración. También podríamos estar pensando que la segunda no podría tener validez, nosotros creemos que en la crítica de la arquitectura, se encuentra en sus momentos de reflexión [queremos decir no de definición], de acuerdo a lo explicado en la parte concerniente a la crítica como disciplina.
Antes de realizar la síntesis de estas relaciones, vamos conceptualizar algunos puntos importantes [en nuestra manera de visión] sobre la crítica y su producto la valoración.
La crítica, como hemos dicho el presente ensayo, obedece en principio de hacer conocer [queremos decir culturalmente] el objeto, para crear “discusión” para los “seres”, por lo tanto crear polémica sobre el objeto a ser criticado, en base a los paradigmas de la crítica (selección, interpretación, descripción y la valoración), esto claro con la idea de otorgar de manera cognoscitiva nuestro “pensar”, si analizamos la crítica y en su valoración expresa un “subjetivismo”, por lo tanto la manera de visión corresponde al pensamiento del lector en su manera de visión. Pero la crítica esta entrelazada entre la historia y la teoría, para tener un conocimiento global de los significados de la crítica, por lo tanto llegamos a la conclusión, que sin teoría no habría crítica, pero también para hacer crítica existe la sensibilidad, que es nata en el crítico, por lo tanto los buenos críticos son producto de basto conocimiento en todas las áreas del territorio de la arquitectura, ya que nos referimos a la crítica de la arquitectura, por lo tanto la idea en este tipo de crítica, en lo ideal es que deba ser “anticipatoria”, como también para hacer crítica bebe contar con una sistematicidad, en la configuración de la crítica, para que la critica pueda tener validez cognoscitiva en la propia valoración que sí es subjetiva, y que en la crítica pueda ser vislumbrada a través de la epistemología, ya que como teoría o filosofía del conocimiento, comporta una serie de componentes, donde la crítica encuentre sus rumbos de juicio en las relaciones sujeto-objeto, y en esa crítica que en la mayoría no agrada, pero en su momento temporal más profundo agrada sí, por su honestidad y conocimiento del crítico.
En principio podríamos afirmar que las relaciones “sujeto-objeto” [queremos decir de forma directa – yo individual], serían las forma de entender el objeto, de una forma individual, consideramos que el crítico de arte y de la arquitectura se posiciona ante el objeto arquitectónico en una relación directa, esto es, en una relación individual, donde él precisa su punto de vista de determinada obra, esta relación individual del crítico parte de sus propias tendencias, experiencias, y conocimientos sobre la arquitectura, el crítico se aísla de todo prejuicio que pueda tener ante la obra, pero creemos que él crítico mantiene en su interior mental-psicológico, lo que se le podría determinar como “ideal arquitectónico” que para él es conveniente determinado objeto, también esta relación de percepción se hace subjetiva, ya que sí, se hace una crítica de la valoración de varios críticos, estos van tener puntos de vista diferentes, como también no conclusiva , algo así, como inacabada, para que posteriormente esta crítica se pueda continuar, dejando sus puertas abiertas.
Por otro lado la experiencia en las relaciones del crítico entre “sujeto crítico-sujeto-objeto” [queremos decir el – yo colectivo], se incluyen los “seres”, [queremos decir, varias personas], y de cómo la sociedad percibe el objeto, y como que el crítico al hacer la valoración, intuye el pensamiento de la sociedad, que también se ante-para hacia el objeto, la percepción solo se da a través del feedback, pero este mecanismo crítico tiene un componente importante, ya que como hemos explicado, también encuentra en la crítica los anhelos de una sociedad, de que lo que sea mejor para “todos”, entonces haremos una reflexión, en primer lugar nos estamos refiriendo a las relaciones “sujeto crítico-sujeto-objeto” y claro del objeto arquitectónico; en segundo lugar si la arquitectura dentro de sus principios básicos que deben ser para “todos”, sin exclusión, estaríamos pensando en los aspectos sociales y de la socialización de la arquitectura, por lo tanto los intereses de las comunidades, la ciudad y el país, sin distinción ninguna, esto hace que los mecanismo socializadores crea “tendencias del pensar” hacia el objeto, y que el crítico toma en cuenta, en el tiempo-espacio de realización de la crítica; en tercer lugar siendo la crítica en su pronunciamiento del juicio, que da la condición de la valoración del objeto, que se sintetiza en el gusta o no gusta, cuya respuesta se torna subjetiva, ya que la crítica no crea consenso, ni mucho menos tiene cuestiones de universalidad, como hemos explicado, dejando una ventana abierta hacia el futuro; en cuarto lugar si la crítica es motivo de las experiencias, en el sentido de la palabra plural – o sea varias experiencias - estamos colocando las varias vivencias del ser crítico, por lo tanto hay aciertos y fatalidades, que hacen parte del “ser”, por lo tanto es la vivencia del crítico que le da experiencia de lo vivido. Por todo esto podemos concluir que las relaciones “sujeto crítico-sujeto-objeto”, tienen si una importancia relevante en la conducta del crítico, aunque pensamos que es más coherente, por todo lo expuesto, la relación objeto-critico, o sea el yo individual, queda más evidente al realizar la crítica y su producto de valoración. También podríamos estar pensando que la segunda no podría tener validez, nosotros creemos que en la crítica de la arquitectura, se encuentra en sus momentos de reflexión [queremos decir no de definición], de acuerdo a lo explicado en la parte concerniente a la crítica como disciplina.
Bibliografía
MONTANER, Josep, Arquitectura y Crítica, Editora Gustavo Gili S.A., Barcelona, 1999.
ATTOE, Wayne, La Crítica en la Arquitectura como Disciplina, Editorial Limusa, México, 1982.
RAMIREZ, Juan Antonio, Cómo escribir sobre arte y arquitectura, Ediciones del Serval, Barcelona, 2005.
LUDEÑA, Wiley, Ideas y Arquitectura en el Perú del siglo XX, Editorial Semsa, Lima, 1997.
DIDEROT, Denis, Pensées détachées sur pinture – Saloons de 1777.
HEIDEGGER, Martin, Habitar-Construir-Pensar, Conferencias y Artículos/Martin Heidegger, Ediciones del Serval, Barcelona, 2001.
FREUD, Sigmund, Obras Completas, Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1972. Tomo IV, (pág. 2309-2334)
Revista Repertorio, (varios autores), No. 4-5, Editorial Gaceta, México, 1988.
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Revista Repertorio, (varios autores), No. 4-5, Editorial Gaceta, México, 1988.
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