Adiós al discurso moderno del Perú - José Ignacio López Soria
Arq. Jorge Villavisencio Ordóñez
Arq. Jorge Villavisencio Ordóñez
El texto explica de una forma sintética el “discurso de la libertades” y el “discurso de del bienestar”, ambos discursos relacionado con el pensamiento moderno en el Perú, donde esos discursos están desencontrados, en que apuntan a la constitución de estado-nación, como organización para cumplimiento de la justicia y libertad, como también del bienestar.
Comenzaríamos diciendo que en el Perú el discurso moderno de la “ideas” son tradicionalmente hecho por filósofos, juristas, literarios y políticos, y que no entrarían en el discurso los “saberes populares” en esta difusión de ideas oficiales, los ingenieros, arquitectos científicos y los empresarios, así como de los historiadores, que no investigan los asuntos relacionados en el pensamiento religioso y la prédica pastoral, nos parece que los saberes populares, aunque no estarían dentro del circuito, nosotros consideramos que sí tienen ideas (aunque no oficiales), porque expresan sus anhelos y sensibilidades que están dentro del pensamiento del “ser”, ahora que los historiadores no hagan la historia de la practica pastoral, nos parece que hay interferencia por parte del pensamiento occidentalista, en no tocar temas candentes, ya que creemos que sea por el temor de ser excomulgados o no bien vistos, de que sería más fácil no emitir crítica (juicio), por lo tanto en no realizar la valoración sobre este asunto.
En el “discurso de la libertades” tiene como objetivo, construir una sociedad de individuos libres (libertad) en igual ante la ley (justicia) que busca el despliegue pleno de la posibilidad humana (p.1), esto claro con la idea de contar con expresiones para el desarrollo de la libertad y la justicia, que sería la promesa de entender los significados sobre la libertad y justicia, también este pensamiento moderno en el Perú, se inicia en la época de la “ilustración” a finales del siglo XVIII.
Entre el discurso de la libertades son considerados el “ser”, que este sujeto adquiere los derechos y deberes, amparados en la idea de estado-nación, donde los “seres”, deberían ser vistos con cierta igualdad en sus diferencia de razas, religiones y cultura, bueno eso quedaría en el pensamiento, porque contrapone las ideas e ideales de libertad y justicia, por eso es que el “adiós al discurso moderno”, pero también como se explica en el texto decir adiós, no es olvidar, creemos que esto tiene una “verdad”, porque en el fondo filosófico ya que la historia nos muestra el “respeto” hacia nuestro pasado, por consiguiente de nuestra valoración del “ser” [queremos decir la historia, como fuente de conocimiento compuesto de sus propios paradigmas que son: la interpretación, la explicación y la organización], en este caso, el discurso de libertad y justicia, no se aplica, porque existe un divorcio en lo que se discursa y lo que realmente acontece, que es evidentemente diferente, por eso, es ese “adiós al discurso moderno”.
También al explicar que la lengua castellana y dentro de la simbología e imágenes, y la relación directa con el pensamiento occidental, y por otro lado el sistema jurídico, que sería el resultado de la confrontación racional entre los ciudadanos (p.2), nosotros haremos la siguiente pregunta y ¿Qué es juicio dentro del ámbito jurídico? En los términos jurídicos el “juicio”, es la causa jurídica, y actual de las partes, y sometido al conocimiento del tribunal de justicia, que esto presupone una “controversia” que constituye el contenido del proceso, la cual va resuelta por el órgano jurisdiccional, a través de un procedimiento, por la norma general del juez, se encarga de discernir cuál de las partes se fundamenta con mayor base al estado de derecho, que ampara al país donde se ha desarrollado el conflicto entre dos o más persona, y en el ámbito de la moral, el juicio trata de discernir y resolver el conflicto, siempre tendiendo a propugnar lo bueno, y condenar al malo, desde una postura razonable.
Los elementos de un juicio [nos estamos refiriendo al orden jurídico], son: elementos constitutivos del juicio, los elementos de validez del juicio y los requisitos de validez en la relación procesual. Pero en el fondo esto no se aplica o se hace de “tabla rasa”, ya que figura la idea del orden y del derecho, queda por agua abajo, consideramos que este punto también lleva aquel adiós.
En el “discurso del bienestar” en el Perú, se inicia a mediados del siglo XIX, con la llegada de los ingenieros, con el motivo del desarrollo del Perú, con la idea de la exploración y explotación de las riquezas naturales, como también de la comercialización, donde se entra en el mercado internacional, esa racionalidad en el bienestar que se desarrolla en los términos de la ciencia, la tecnología y el desarrollo empresarial, para lo cual López Soria indica que existen tres niveles diferenciados pero articulados (p.3), los principios, medios y fines, el primero (principios) sería los conceptos, valores y símbolos; el segundo (medios) sería la practica técnico-científico y empresario; y la tercera (fines) sería la satisfacción y desarrollo de la necesidades, este discurso del bienestar tiene como objetivo construir la sociedad del bienestar, no solo para satisfacer, sino para el desarrollo de las necesidades humanas (p.3), sobre esto se basa en la incorporación del territorio, en la articulación del espacio integrado, que le interesa contar con una legitimidad de la acción transformación entre el sujeto-trabajador, el empresario, ingeniero, el arquitecto, que legitimista la manera de pensar, sin embrago hay que tener coherencia con lo dice, de lo que se hace, que es muy diferente, ya que el discurso de bienestar, tiene sí una importancia relévate, por lo cual, si la sociedad mantiene ese bienestar, genera el buen vivir, en una forma más harmoniosa de lo que queremos ser, y por consiguiente una proporcionalidad equitativa de las relaciones humanas y de la sociedad.
El desencuentro de los discursos libertad y bienestar, en el pensamiento moderno en el Perú, que se dirigen a la constitución del estado-nación, dentro de la racionalidad de una estructura organizativa para el cumplimiento de la promesa de justicia y libertad, en un caso y bienestar en el otro. (p.5), habría que re-pensar si el proyecto de la modernidad cumple con el papel que le fue encomendado.
Dentro de esas tendencias visionarias como propone Heller entre las tres lógicas y dinámicas [hablamos de las tres esferas de la cultura que son: los conocimientos (ciencias); las normas (ética, legislaciones); y expresión (arte, comunicaciones), también para Weber en la esferas culturales y sub-sistemas, y de Giddens, en que se desvincula de sus orígenes históricos.
En este intento de fusionar en discurso moderno de justicia, libertad y bienestar, que es propio de la modernidad occidental, en el cual el texto dice: por lo tanto están en marcha un derecho a la diferencia (p.6), esto nos parece correcto en el sentido, por cuanto a las relaciones culturales, se sientan desvinculado, como lo dicho por “derecho”, que están desarrollados dentro de los marcos conceptuales de los diversos grupos humanos o sea de la sociedad en que se componen. Pensar hoy en día en el derecho de estado-nación pareciera que fuese un pasado distante, pero en realidad es el presente que esta distante del entendimiento de nuestra forma del pensar, con esto queremos decir: pensar en el presente y el pasado en un tiempo espacio-temporal [queremos decir, que vivir la historia del presente y del pasado al mismo tiempo].
Por otro lado vivimos el tiempo de la “globalización”, creemos que es la des-terrotorización del intercambio y la producción, en este sentido no serviría de modelo moderno para contar con un bienestar, ese sentido de perder valores del “ser”, es el hecho de entender el derecho a la diferencia y por el derecho a la pertinencia cultural (p.6)
Por eso López Soria, sostiene que la clave emancipadora, abierta en la ilustración del siglo XVIII, y los ingenieros y arquitectos que vinieron a mitad del siglo XIX, pero en esa disyuntiva del despliegue para resolver los problemas de identidad, lealtad y cohesión social, donde dice que: no se realizo ni ya es realizable en la clave moderna (p.7)
Queremos decir a manera de conclusión, este pensamiento de decir “despedirse no significa olvidar” nos parece que tiene un significado profundo, porque la historia como pasado refresca las ideas o ideales del presente, por es que no se dé “olvidar” jamás.
Lima, 10 de Junio de 2008
jvillavisencio@yahoo.com
Comenzaríamos diciendo que en el Perú el discurso moderno de la “ideas” son tradicionalmente hecho por filósofos, juristas, literarios y políticos, y que no entrarían en el discurso los “saberes populares” en esta difusión de ideas oficiales, los ingenieros, arquitectos científicos y los empresarios, así como de los historiadores, que no investigan los asuntos relacionados en el pensamiento religioso y la prédica pastoral, nos parece que los saberes populares, aunque no estarían dentro del circuito, nosotros consideramos que sí tienen ideas (aunque no oficiales), porque expresan sus anhelos y sensibilidades que están dentro del pensamiento del “ser”, ahora que los historiadores no hagan la historia de la practica pastoral, nos parece que hay interferencia por parte del pensamiento occidentalista, en no tocar temas candentes, ya que creemos que sea por el temor de ser excomulgados o no bien vistos, de que sería más fácil no emitir crítica (juicio), por lo tanto en no realizar la valoración sobre este asunto.
En el “discurso de la libertades” tiene como objetivo, construir una sociedad de individuos libres (libertad) en igual ante la ley (justicia) que busca el despliegue pleno de la posibilidad humana (p.1), esto claro con la idea de contar con expresiones para el desarrollo de la libertad y la justicia, que sería la promesa de entender los significados sobre la libertad y justicia, también este pensamiento moderno en el Perú, se inicia en la época de la “ilustración” a finales del siglo XVIII.
Entre el discurso de la libertades son considerados el “ser”, que este sujeto adquiere los derechos y deberes, amparados en la idea de estado-nación, donde los “seres”, deberían ser vistos con cierta igualdad en sus diferencia de razas, religiones y cultura, bueno eso quedaría en el pensamiento, porque contrapone las ideas e ideales de libertad y justicia, por eso es que el “adiós al discurso moderno”, pero también como se explica en el texto decir adiós, no es olvidar, creemos que esto tiene una “verdad”, porque en el fondo filosófico ya que la historia nos muestra el “respeto” hacia nuestro pasado, por consiguiente de nuestra valoración del “ser” [queremos decir la historia, como fuente de conocimiento compuesto de sus propios paradigmas que son: la interpretación, la explicación y la organización], en este caso, el discurso de libertad y justicia, no se aplica, porque existe un divorcio en lo que se discursa y lo que realmente acontece, que es evidentemente diferente, por eso, es ese “adiós al discurso moderno”.
También al explicar que la lengua castellana y dentro de la simbología e imágenes, y la relación directa con el pensamiento occidental, y por otro lado el sistema jurídico, que sería el resultado de la confrontación racional entre los ciudadanos (p.2), nosotros haremos la siguiente pregunta y ¿Qué es juicio dentro del ámbito jurídico? En los términos jurídicos el “juicio”, es la causa jurídica, y actual de las partes, y sometido al conocimiento del tribunal de justicia, que esto presupone una “controversia” que constituye el contenido del proceso, la cual va resuelta por el órgano jurisdiccional, a través de un procedimiento, por la norma general del juez, se encarga de discernir cuál de las partes se fundamenta con mayor base al estado de derecho, que ampara al país donde se ha desarrollado el conflicto entre dos o más persona, y en el ámbito de la moral, el juicio trata de discernir y resolver el conflicto, siempre tendiendo a propugnar lo bueno, y condenar al malo, desde una postura razonable.
Los elementos de un juicio [nos estamos refiriendo al orden jurídico], son: elementos constitutivos del juicio, los elementos de validez del juicio y los requisitos de validez en la relación procesual. Pero en el fondo esto no se aplica o se hace de “tabla rasa”, ya que figura la idea del orden y del derecho, queda por agua abajo, consideramos que este punto también lleva aquel adiós.
En el “discurso del bienestar” en el Perú, se inicia a mediados del siglo XIX, con la llegada de los ingenieros, con el motivo del desarrollo del Perú, con la idea de la exploración y explotación de las riquezas naturales, como también de la comercialización, donde se entra en el mercado internacional, esa racionalidad en el bienestar que se desarrolla en los términos de la ciencia, la tecnología y el desarrollo empresarial, para lo cual López Soria indica que existen tres niveles diferenciados pero articulados (p.3), los principios, medios y fines, el primero (principios) sería los conceptos, valores y símbolos; el segundo (medios) sería la practica técnico-científico y empresario; y la tercera (fines) sería la satisfacción y desarrollo de la necesidades, este discurso del bienestar tiene como objetivo construir la sociedad del bienestar, no solo para satisfacer, sino para el desarrollo de las necesidades humanas (p.3), sobre esto se basa en la incorporación del territorio, en la articulación del espacio integrado, que le interesa contar con una legitimidad de la acción transformación entre el sujeto-trabajador, el empresario, ingeniero, el arquitecto, que legitimista la manera de pensar, sin embrago hay que tener coherencia con lo dice, de lo que se hace, que es muy diferente, ya que el discurso de bienestar, tiene sí una importancia relévate, por lo cual, si la sociedad mantiene ese bienestar, genera el buen vivir, en una forma más harmoniosa de lo que queremos ser, y por consiguiente una proporcionalidad equitativa de las relaciones humanas y de la sociedad.
El desencuentro de los discursos libertad y bienestar, en el pensamiento moderno en el Perú, que se dirigen a la constitución del estado-nación, dentro de la racionalidad de una estructura organizativa para el cumplimiento de la promesa de justicia y libertad, en un caso y bienestar en el otro. (p.5), habría que re-pensar si el proyecto de la modernidad cumple con el papel que le fue encomendado.
Dentro de esas tendencias visionarias como propone Heller entre las tres lógicas y dinámicas [hablamos de las tres esferas de la cultura que son: los conocimientos (ciencias); las normas (ética, legislaciones); y expresión (arte, comunicaciones), también para Weber en la esferas culturales y sub-sistemas, y de Giddens, en que se desvincula de sus orígenes históricos.
En este intento de fusionar en discurso moderno de justicia, libertad y bienestar, que es propio de la modernidad occidental, en el cual el texto dice: por lo tanto están en marcha un derecho a la diferencia (p.6), esto nos parece correcto en el sentido, por cuanto a las relaciones culturales, se sientan desvinculado, como lo dicho por “derecho”, que están desarrollados dentro de los marcos conceptuales de los diversos grupos humanos o sea de la sociedad en que se componen. Pensar hoy en día en el derecho de estado-nación pareciera que fuese un pasado distante, pero en realidad es el presente que esta distante del entendimiento de nuestra forma del pensar, con esto queremos decir: pensar en el presente y el pasado en un tiempo espacio-temporal [queremos decir, que vivir la historia del presente y del pasado al mismo tiempo].
Por otro lado vivimos el tiempo de la “globalización”, creemos que es la des-terrotorización del intercambio y la producción, en este sentido no serviría de modelo moderno para contar con un bienestar, ese sentido de perder valores del “ser”, es el hecho de entender el derecho a la diferencia y por el derecho a la pertinencia cultural (p.6)
Por eso López Soria, sostiene que la clave emancipadora, abierta en la ilustración del siglo XVIII, y los ingenieros y arquitectos que vinieron a mitad del siglo XIX, pero en esa disyuntiva del despliegue para resolver los problemas de identidad, lealtad y cohesión social, donde dice que: no se realizo ni ya es realizable en la clave moderna (p.7)
Queremos decir a manera de conclusión, este pensamiento de decir “despedirse no significa olvidar” nos parece que tiene un significado profundo, porque la historia como pasado refresca las ideas o ideales del presente, por es que no se dé “olvidar” jamás.
Lima, 10 de Junio de 2008
jvillavisencio@yahoo.com
Bibliografía
López Soria, José Ignacio; Adios a Mariátegui - Pensar en el Perú en perspectiva postmoderna, Fondo de Editorial del Congreso del Perú, Lima, 2007.
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