domingo, 12 de julio de 2009

"Abstraction"

Abstracción y Naturaleza
Arq. Jorge Villavisencio Ordóñez

I. Abstracción y Proyección Sentimental

En presente ensayo es basado en el libro de “Abstracción y Naturaleza” de Wilhelm Worringer está dividido en dos partes.
En la primera parte propone la estética de la obra de arte y especialmente de la obra de arte pertenece al campo de las artes figurativas.
Frente a esto queda claro de lo bello lo natural. La naturaleza se extiende a la superficie visible de las cosas, esto implica en su deducción de que en principio las leyes específicas del arte no tienen nada que ver con la estética de lo bello lo natural, eso cabe un análisis de que el paisaje se convierte en obra de arte.
La estética moderna da paso decisivo desde el objetivismo estético al subjetivismo estético, este objetivo estético es de sujeto que lo contempla, como se le designa como teoría Edinfuhlung (proyección sentimental) y la de Theodor Lipps del sistema estético – pars pro toto – que parten de en exposiciones.

(1) WORRINGER, Wilhelm, Primera Parte I. Abstracción y Proyección Sentimental. II. Naturalismo Y Estilo.
En: Abstracción y Naturaleza, Fondo Cultural Económica, Madrid, 1997, 4ta. Edición.
(Edición original en alemán, 1908)




Para Edinfuhlung son los amplios conocimientos de la historia de arte que no son aplicables para la estética moderna, esta estética es aplicable como un polo de sensibilidad artística del hombre, para el, como supuesto de la vivencia de estética encuentra la satisfacción en la belleza de orgánico, la abstracción encuentra la belleza de en lo inorgánico.
Gozar estéticamente es gozarme a mí mismo, en el penetrar en nuestro sentimiento. Para Lipps atribuye estos tonos afectivos, es decir el movimiento, la vida interior, la autoactividad interna.
Para Edinfuhlung esa actividad perspectiva general “Pues todo objeto sensible, es cuanto exista en mi, siempre y solamente la resultante de estos componentes: lo perceptible por los sentidos y mi actividad perceptiva”.
Para cualquier línea exige dos factores de ampliación y delimitación, pero puedo realizar libremente la actividad que me pide o puedo oponerme a la exigencia. Pero para la autoactividad por esta constitución suya no me sea posible realizarla sin conflictos, sin antagonismo interno.

El goce estético se convierte en la actividad perceptiva en el caso de la proyección positiva, y también la obra de arte sólo de puede hablar de proyección positiva.. Esta es la base de la proyección sentimental e lo que se refiere a su aplicación sentimental. De ella se infieren definiciones de lo bello y lo feo.
En la disertación es demostrar que no se puede sostener la tesis según la cual el proceso de proyección constituye en todos los tiempos y en todas las partes el supuesto de creación artística.
Con la teoría de Einfuhlung nos quedamos perplejos ante las creaciones artísticas de muchas épocas y pueblos, que no caben dentro de un estrecho marco del arte grecorromano y del arte moderno occidental.

En algunos conceptos fundamentales de la ciencia del arte tenemos: como a historia del arte empezó a florecer en el siglo XIX, de algunas de las teorías de la obra de arte, que se han basado en una concepción materialista, como reacción a la estética especulativa y al esteticismo del siglo XVIII.
Una obra como la de Gottfried Semper titulada de Sti (“estilo”), como todo edificio ideológico elevado y amplio y bien elaborado – se halla mas allá de los valoraciones históricas de lo verdadero o falso, sin embargo la teoría materialista sobre la génesis de la obra de arte, lo que hoy son consideradas como punto de apoyo de las fuerzas antiprogresistas y de la pereza mental.

Alois Riegel quien introdujo en el método de análisis históricoartistico el concepto de la “voluntad del arte” por “voluntad artística absoluta” (2)
Independiente de los objetos y del método de crear y se manifiesta como voluntad de formas, que es “momento” primario de toda creación artística, que nos mas que el inicio de una objetivación de voluntad artística absoluta, existente a priori.

Para Gottfried Semper que en la parte mezquina de la obra de la antigüedad veía tres factores: propósito utilitario, materia prima y técnica.
A estos tres factores ya no corresponde aquel papel creador y positivo que les había atribuido la teoría materialista, sino un papel negativa de estorbo: por decirlo así los coeficientes de fricción dentro de un producto total” (Spatromische Kunstindustrie)
Esta faena meramente cerebral, a la cual el sentir sigue con dificultad, siempre en peligro de recaer, en el primer momento de descuido de viejas e indestructibles concepciones.
Aunque teóricamente considera el naturalismo como elemento subalterno de la obra de arte, los conceptos de estilos y de la belleza estética son, en realidad, por completo inseparables del criterio que acabamos de mencionar.
También va dilucidar la relación que existe entre la imitación de la naturaleza y la estética, y que su satisfacción en principio no tiene nada que ver con el arte. Pero de ningún modo debe confundirse el impulso de imitación con el naturalismo como genero artístico.
El arte genuino ha satisfecho en todos los tiempos una profunda necesidad psíquica, pero el puro instinto de imitación, el gusto de juguetón por la reproducción del modelo natural.
Y solo en este sentido la historia de arte adquiere una importancia casi equivalente a la historia de las religiones.
Para Schnarsow para de sus concepciones fundamentales: “El arte es un encuentro de hombre con la naturaleza” puede adaptarse si también se considera metafísica como lo que de fondo es: un encuentro del hombre con la naturaleza, ese impulso más elevado que lleva al hombre a crearse dioses.
El valor de una obra de arte, aquello que llamamos su “belleza” reside en la posibilidad de brindar “felicidad”.
La voluntad artística absoluta es, pues la norma de valorizar la calidad de estas necesidades psíquicas.

(2) El trabajo se basa en algunos puntos en concepciones de Riegl, tal como aparecen en Stilfrageu (“Problemas estilísticos”), 1893.



Cada estilo representa para la humanidad, que lo creó desde sus necesidades psíquicas, un máximo de felicidad, esta idea debe guiar, como dogma principal, todo estudio históricoartístico objetivo.
“El sentimiento de felicidad que produce en nosotros la reproducción de la vida orgánicamente hermosa, aquello que el hombre moderno designa como belleza, es una satisfacción de esa interna necesidad de autoactividad”.
En que la medida de la voluntad artística esta determinada en su afán de abstracción, lo que se puede interpretar en las mismas obras de arte, esta abstracción que se revela en la voluntad del arte de los pueblos en estado de naturaleza – hasta donde existe entre ellos esta voluntad. Por consiguiente el afán de abstracción se halla al principio de todo arte y sigue reinando en algunos pueblos de alto nivel cultural.
Si el hombre y los fenómenos del mundo circundante, el afán de abstracción es consecuencia de una intensa inquietud del hombre ante esos fenómenos. Así como Tibulo, “primum in mundo fecit deus timor” – podemos suponer que este temor es también raíz de la creación artística.
Desprender de cada cosa individual, perteneciente al mundo exterior, de su condición arbitraria y aparente casualidad, en eternizarlo, acercándolo a las formas “abstractas” y encontrar de esa manera un punto de reposo en la fuga de los fenómenos.

Riegl, en los Stilfragen (“Problemas estilísticos”) dice: “El estilo rigurosamente geométrico, estructurado según en las leyes de la simetría y ritmo, es, desde el punto de vista de la sujeción a ley del más perfecto”.
También habla de la belleza cristalina “que constituye la ley primera y más eterna de la materia inanimada y que es más se acerca a la belleza absoluta (la individualidad material)”. Afirma expresamente que la voluntad artística de los pueblos cultos de la antigüedad se basa en su afán de “abstracción”: “Los pueblos civilizados de la antigüedad veían las cosas exteriores, por analogía con su propia naturaleza humana (antropismo)”.

Las formas abstractas, sujetas a la ley, son, pues, las únicas y las supremas en que el hombre puede descansar ante un inmenso caos de panorama universal. Según el pensamiento expresado por algunos teóricos de arte contemporáneo, que esta pronto para nos dejar perplejos, la matemática es la forma mas alta de arte.
Por otra parte las dimensiones de profundidad sólo se revelan mediante escorzos y sombras, requiriéndose por lo tanto, para interpretarlas, una activa intervención de la costumbre y el entendimiento combinador.

La supresión de la representación espacial era un imperativo del afán de abstracción, si no por otras razones, por ser el espacio precisamente aquello que vincula entre ellas las cosas, que les da su relatividad en el panorama universal y, también, por que el espacio no se deja individuar.
En el afán de abstracción el “ansia de enajenamiento” del yo incomparablemente más intensa y mas consecuente. En él esta ansia no se manifiesta, como el afán de protección sentimental. En forma de un anhelo de despojarse del ser individual, sino por impulsos de redimirse.
“Siempre necesitamos la autoactividad. Esta incluso una necesidad, fundamental de nuestro ser”.
El impulso de “enajenarse” del yo, que se extiende a la vitalidad orgánica en general, se contrapone como afán de “abstracción”, en antagonismo absoluto.

(3) La estética de Schopenhauer ofrece una analogía con tal concepción.


II. Naturalismo y Estilo


Estos dos polos de la voluntad artística, tal como se trata de definir y destínalos de forma de contrastarlos. La palabra de naturalismo existía la posibilidad de arte naturalista que se parezca para la mirada superficial a un producto meramente imitativo, toda esa confusión entre el naturalismo como genero artístico, el arte ha llegado a ser algo tan confuso y complejo, un producto compuesto de elementos tan heterogéneos.
“Aun la estética ha hecho hasta ahora muy poco por poner termino a esa confusión que reina en los conceptos artísticos”.
En el terreno de las artes plásticas que “realismo”, evocador de asociaciones literarias – en su más amplio sentido a la pura imitación de la naturaleza.
Parte como consecuencia de nuestra interpretación errónea de la antigüedad y del Renacimiento, estas épocas representan el florecimiento del naturalismo.
En la época de Renacimiento, la voluntad artística absoluta – tal como sucede manifestarse con la mayor claridad en la ornamentación.
Por tanto el supuesto anímico, fue por lo tanto el placer del juguetón y trivial de la conciencia de la representación artística. El hombre gozar en ella a su propio organismo. Es que el arte en ese entonces como auto-goce objetivado. (4)

Por lo que se desea ante todo es que no se confunda el efecto que emana de aquellas grandes obras de arte de obra formal, al impresión en cierto modo literaria que constituye la esencia fundamental del arte cisalpino.
Solo es lícito hablar de efecto estético donde la vivencia interna se verifica de las categorías estéticas generales, si se nos permite transponer al terreno de estética el termino kantiano de categorías para las formas apriorísticas.
Pues decir que una obra de arte es estéticamente inaccesible no es despreciarla. Pude ser que esta inaccebilidad estética resida precisamente su valor humano y subjetivo.

El efecto estético, en cambio puede partir unicamente de ese estado superior del tema que llamamos de forma y cuya esencia es sujeción a la

(4) En su lenguaje claro y hermoso, tan adecuado a su asunto, Wolffin lo ha expresado así:
“El Renacimiento es el arte de la existencia bella y tranquila (...), como la más alta expresión
del espíritu del arte en aquella época”.

ley, no importa si ésta es simple y clara o tan diferenciada como la sujeción, solamente vislumbrada, a la ley de lo orgánico.
Es solo el naturalismo como género artístico, ese naturalismo como puntos culminantes fueron precisamente el Renacimiento y la antigüedad clásica.
A ese concepto de naturalismo contrapone el estilo, también esta palabra es clástica en cuanto su empleo y significación. “Pues donde faltan los conceptos, un termino de tiempo se presenta”.
Lo que se pretende es, que después de asociar el naturalismo como proceso de proyección sentimental, relacional el concepto de estilo con el otro polo de sensibilidad artística del hombre, o sea con el afán de abstracción.
No importa qué la actitud se adopte ante intentos explicativos tan vagos y discutibles, algo encierran que habrá que conceder y admitir: lo característico y distintivo de la abstracción geométrica es la necesidad que desde los supuestos de nuestro organismo sentimos con ella.
En el afán de logra en la reproducción artística de las cosas de mundo exterior el acercamiento de éstas de valor absoluto, a aquello que Riegl llama su “individualismo material cerrada” que ofrece al hombre dos posibilidades. La primera es alcanzar la individualidad material cerrada excluyendo la representación espacial y excluyendo toda intervención subjetiva. La segunda posibilidad era redimir el objeto de su relatividad y eternizarlo mediante un acercamiento a las formas de cristalino-abstractas.
Precisamente este espacio, henchido en atmósfera, vinculador de los objetos y destructor individual, de a las cosas su temporalidad y las introduce en el cambio cósmico de los fenómenos, lo que importa es que el espacio como tal no se deje individuar. (5)

(5) El pasaje de Riegl expone cómo en los albores de la época de los emperadores romanos se intenta sin embargo esto ultimo con la construcción del Panteón, es uno de los puntos culminantes de su libro. Es donde se hace claramente patente su grandiosidad de su visión, que a pesar de su carácter intuitivo se atiene con discreción a a los hechos históricos y los respeta.


Como se indica en otra conexión de ideas es falso del todo designar como intectualismo ese instintivo afán de abstracción, aunque al analizar hoy día lógicamente y desde supuestos muy distintos el rendimiento se llevó a cabo sin refección alguna, pude parecernos efectivamente una construcción cerebral. Se dice que otro afán de abstracción es relacionar la representación del modelo natural de los elementos de que aquella abstracción más pura, o sea la sujeción a la ley de lo geométrico-cristalina, para imprimirle de esa suerte el sello de eterno y sustraerla a la temporalidad y arbitrariedad.
En la abstracción geométrica la emancipación da la accidentalidad y temporalidad que rigen el panorama universal halla su expresión acabada, la sola concebible para el hombre.
El hombre llega a “aprehender toda forma de escenario en que actúan las fuerzas indecibles y a sentir la dicha de proyectarse a ella”. (Lotze, Geschicte der Arthetik p. 75 (“Historia de la Estética”)
En el presente capitulo el concepto d estilo son aquellos de la obra de arte, derivan psíquicamente del afán de abstracción, y el naturalismo comprende otros que se basan en la proyección sentimental.

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