domingo, 12 de julio de 2009

“The Architectonic Critic”

“La Crítica Arquitectónica” - Primera Parte

Arq. Jorge Villavisencio Ordóñez
En el presente ensayo sobre la “critica arquitectónica” haremos una aproximación de los significados de la crítica, como también las relaciones de la crítica con las otras disciplinas, y de las relaciones de la crítica arquitectónica como cognición entre sujeto-objeto a ser valorado.
En primer lugar haremos la siguiente pregunta ¿Qué es la Crítica?, sobre esto hay varias formas de análisis de sus significados, pero la crítica proviene la palabra griega kritike techné, que significa “el arte de la diferencia y del enjuiciamiento”, la crítica moderna nace a mediados del siglo XVIII, en la época de la “ilustración”.
Nosotros creemos al crear una nueva historia en la época iluminista, lo cual se formulan en la historiografía tradicional de una impronta universalización, entregada a analizar los actos políticos de lo que sucedía, por que se identificaban por las mismas razones del propio estado. Citamos como ejemplo a Denis Diderot (1713-1784), importante crítico de arte, filosofo, enciclopedista, francés, en su obra Pensées détachées sur pinture – Saloons de 1777, donde hace una análisis crítico de lo que es la obra de arte y la arquitectura, creemos que al referirse Diderot al arte y por consiguiente llevarlo a la discusión en sus salones, lo que buscaba era crear una consciencia cognoscitiva de la crítica, esto claro con la idea de llevar polémica, sobre los objetos o productos de sus pensamientos sobre de cómo debe ser vista la crítica, pero también con los “ideales” de llevar una conciencia política y del enjuiciamiento, que creemos que hace parte del “pensar” del “ser”, por lo tanto es vinculado al espacio-tiempo histórico en que se realiza la crítica, lo que llamamos la historia de la crítica.
La crítica está compuesta por sus propios paradigmas que son: selección, interpretación, descripción, explicación y la valoración, algo similar pero con características diferentes de la Historia del Arte, compuesta en sus propios paradigmas que son: interpretación, organización y la explicación. Para esto tenemos que comprender que la crítica presupone pensamientos filosóficos del propio “ser”, o sea que el crítico debe estar imbuido (inspirado) en sus propias maneras del pensar, y claro de sus propias ideologías e ideales a que él mantiene en su consiente e subconsciente, algo que en los ideales políticos del crítico deja trasparecer, tanto así que para Juan Antonio Ramírez en su libro Como escribir sobre arte y arquitectura, se pregunta: ¿Cuál es tu ideal artístico?, pero también político y social, aclárate este punto, pues lo vas a transparentar aunque no lo quiera. (p.141), sobre esto creemos que se podría hacer en esfuerzo al no transparentar el ideal o ideales del crítico al realizar una crítica del objeto a ser valorado, pero en nuestra opinión seria colocar una mordaza en los pensamientos, y no tener la libertad que un crítico debe o por lo menos presupone tener en sentido moral y ético al realizar la crítica, por eso también creemos que la crítica debe ser “subjetiva”, dejando una ventana abierta hacia el pensamiento de las personas que leen la crítica.
La crítica esta entrelazada entre la historia y la teoría, en primer lugar no podría haber crítica sin teoría, ya que la crítica necesita de las bases teóricas donde se sustenta, y por consiguiente sobre estas teorías se construye la crítica, con el objetivo de deducir los juicios valorativos; en segundo lugar la historia se basa a través del aparecimiento del hombre, que nosotros en presente ensayo lo denominamos como “ser”, entonces la historia gira en relación al ser, por lo tanto no podría haber historia sin el ser, por consiguiente no habría ni teoría ni crítica sin la aparecimiento “ser”.
También consideramos importante explicar, que la crítica de la arquitectura esta dentro del territorio de la producción arquitectural (Ludeña, 1997:86), en el “saber arquitectónico”, creemos que dentro del territorio en el saber arquitectónico sea profesional o popular, cumple un papel importante, ya que con el feedback, alimentada por la crítica, se logra un entendimiento de la propuestas arquitectónicas, por lo tanto crea una conciencia arquitectónica o sea que “avanza”, asunto que hace parte de la modernidad, compuesto por la propia teoría de la crítica.
Según Josep Maria Montaner en su libro Arquitectura y Crítica dice: que la crítica dispone un bagaje de conocimientos de que dispone, de la metodología que usa, de la capacidad analítica y sintética (p.7), entonces entendemos, que la crítica del arte y la arquitectura tiene una “sistematización” en sus propias formas de hacer la crítica, creemos que un orden racional sistémico de los propios paradigmas, esto con la idea de dar un orden en el entendimiento crítico, de las interrelaciones, pero para Montaner la crítica se sitúa en dos horizontes él dice: dos extremos ilusorios y falsos (p.8), la primera un exceso metodológico y racionalista, que cree que se pueden hacer interpretaciones totalmente fiables y demostrables, únicas y estables, y la segunda del exceso irracionalista arbitrario, que alega inutilidad en toda crítica de las interpretaciones de las obras, nos parece que estas dos posiciones extremas, de por si son antagónicas, pero lo que creemos que la crítica del arte y la arquitectura tiene un componente importante que el propio “subjetivismo”, que hace que el objeto tenga una valoración, asunto que trataremos posteriormente.
También creemos que la crítica debe ser vista como un hecho del “conocer” [queremos decir del propio conocimiento], creemos que el crítico o el verdadero crítico profesional debe contar con un conocimiento basto sobre literatura, teoría e historia, como también de una cultura que permita manifestarse con convicción de los temas del pasado histórico y del presente contemporáneo, además de una “sensibilidad” nata en el crítico [queremos decir de las experiencias vividas por el crítico], creemos que esa sensibilidad creada a través de la vivencia, en que algunos pensadores como Freud, han indagado en sus estudios profundos del psicoanálisis, una sensibilidad que hace que aflore pensamientos en la percepción meta-singular del objeto donde él realiza su crítica, algo así buscando algo más que aparentemente sea imperceptible, pero en esa profundidad del pensamiento, pueda encontrar, lo que en el fondo todos queremos saber, que creemos que se basa en la experiencia del crítico.
También, creemos que la crítica además de que sirva como elemento impulsador del conocimiento, sea también “anticipadora”, consideramos que la crítica de la arquitectura refleja en sí un advenimiento, de algún hecho arquitectónico, sea restringido proyectual o no restringido, una posible tendencia o por lo menos un hecho que se haga conocido, porque creemos que el crítico debe contar además del conocimiento sistémico, de cómo se debe hacer una crítica, una cuestión personal [queremos decir, colocar un intereses hasta cierto punto investigativo-personal, de lo que viene a posteriori] en un enlace entre el espacio-temporal del conocimiento y lo personal-investigativo, una entrega hacia la crítica, a lo que podríamos denominar como la búsqueda en el interior de la epistemología, que en ese examen de la teoría o filosofía del conocimiento. También creemos que la crítica del arte y la arquitectura tienen componentes “epistémicos”, quizás en nuestra visión histórica platónica, donde las verdades y las creencias se conviertan el conocimiento y en la epistemología moderna, en sus componentes sociales, psicológicos, históricos, etc.
También creemos que la crítica o el crítico, deba generar polémica, porque consideramos que la participación social-cultural, hace que genere conocimiento, que en nuestra manera visión, hay una importante responsabilidad social-cultural en generar critica “aguda”, porque creemos firmemente que el verdadero crítico en un comienzo, va crear un cierto “incomodo”, ya que no comulga con las ideas o ideales de algunos [queremos decir de algunos pocos, no de la mayorías], que están a merced de que se haga una crítica de “amigos”, o de “intereses”, por lo tanto sin ética, pero en un segundo momento esa crítica “aguda”, se convierta en una crítica verdadera, donde el crítico sea valorizado, por su capacidad crítica intelectual, creemos que la critica superficial es solo de momento y se extinguirá. Creemos que solo supervivirá el crítico que se mantiene al margen de intereses de los otros, y más con los intereses de las personas seria y honestas que si requieren de una crítica justa y de principios.
También consideramos que la expresión como lenguaje impresa, tiene un valor agregado hacia el crítico en la explicación de su crítica, para esto es necesario las siguientes razones o racionamientos, que sería como primera medida, conocer lo que sucede en el mundo del arte y la arquitectura, y segundo que tenga la siguiente clareza literaria, para poder comunicar ampliamente el planteamiento critico, y estando de acuerdo con la siguiente explicación: … informar a los eventuales lectores con honradez y claridad; para los otros lo fundamental seria poseer una gran sensibilidad y tener el suficiente talento literario como para contagiar el entusiasmo (o aversión) de algún producto artístico pueda suscitar. (Ramírez, 2005:135), sobre esto, creemos que la honradez, sería el sinónimo de la ética, que en efecto si el crítico del arte y la arquitectura, tendría que ser honestos con ideas de su pensamiento y como es lógico de su relación sujeto-objeto, y sobre el talento literario, consideramos dos momentos, el talento es algo nato en la literatura, el querer hacer un libro o novela, tiene que tener suficiente destreza literaria, ahora en el caso de la crítica de la arquitectura nos podríamos referir a que publico queremos atingir, si fuera el caso de una revista especializada sobre la arquitectura, el lenguaje o la forma de comunicación tendrá ingredientes de expresión de la propia arquitectura, y claro con ingredientes técnicos que le permita al lector entender con clareza en el mundo de la arquitectura, en resumen consideramos que habría dos tipos de albos, el primero es la lector especializado, y la segunda para el lector que tenga un interés en los temas del arte y la arquitectura, pero que no pretenda especializarse en este tema, podríamos decir como curiosidad, o por puro interés de su conocimiento de una cultura general y no especifica.
Hay otro aspecto que debemos considerar, la dimensión en el grado importancia de la obra y su relación ante crítico sujeto-objeto, entendemos que no sería hacer una crítica arquitectónica de un nuevo museo u obra de gran importancia para la ciudad y el país, que una obra nueva con menos grado de importancia, para esto pensamos que sea en dos momentos, si la obra objeto de la crítica tiene una importancia de gran impacto, que el efecto sería casi de inmediato, debido a la importancia de la obra, o sea que sociedad, esperaría con ansiedad las declaraciones del crítico, y la segunda de que sea una obra de menos importancia para la ciudad, quizás cuyo reflejo no sea inmediato a menos que sea para un público especializado, pero nosotros consideramos que en ambos casos la crítica deba contar con sistematicidad en la explicación crítica, como en una metodología que permita reflejar los objetos y las condicionante de la crítica, [queremos decir condicionantes apuntados en los paradigmas de la crítica], lo que sí vemos que ambas tiene su importancia dentro del contexto social cultural y así lo explican: En la sociedad más y cualquier “nueva “ oferta se presenta siempre sin precedentes. De esa manera, el trabajo de la crítica consiste en desvelar raíces y antecedentes, las teorías, los métodos y posiciones que están implícitos en los objetos. (Montaner, 1999:19), en una manera de hacer una crítica que intenta contextualizar una nueva producción, algo como reconstituyendo el medio en la cual se han creados las obras.

Bibliografía
MONTANER, Josep, Arquitectura y Crítica, Editora Gustavo Gili S.A., Barcelona, 1999.
ATTOE, Wayne, La Crítica en la Arquitectura como Disciplina, Editorial Limusa, México, 1982.
RAMIREZ, Juan Antonio, Cómo escribir sobre arte y arquitectura, Ediciones del Serval, Barcelona, 2005.
LUDEÑA, Wiley, Ideas y Arquitectura en el Perú del siglo XX, Editorial Semsa, Lima, 1997.
DIDEROT, Denis, Pensées détachées sur pinture – Saloons de 1777.
HEIDEGGER, Martin, Habitar-Construir-Pensar, Conferencias y Artículos/Martin Heidegger, Ediciones del Serval, Barcelona, 2001.
FREUD, Sigmund, Obras Completas, Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1972. Tomo IV, (pág. 2309-2334)

Revista Repertorio, (varios autores), No. 4-5, Editorial Gaceta, México, 1988.

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