martes, 6 de octubre de 2009

"Capitalismo Colonial Moderno"

Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina
Aníval Quijano
Crítica: Arq. Jorge Villavisencio O.

En el Texto de Anival Quijano, trata de los asuntos relacionados de la globalización, como de exponer las clasificaciones del “poder” como nuevo patrón mundial, una clasificación del capitalismo colonial moderno, en la racionalidad especifica del “eurocentrismo”, e indica que la raza es una forma de dominación a través de colonización.
Explica que América fue el primer espacio en el tiempo, como patrón de vocación mundial, que establece dos ramas; la primera entre los conquistadores y los conquistados que a través de la “raza”, es sometida como superioridad e inferioridad, en el sentido moderno la diferencia de las razas no era conocida antes del descubrimiento de América, estas nuevas identidades sociales, que serian los indios, los mestizos, los negros y otros que se derivaron de esa tres primeras, esta tipologías raciales terminaron en jerarquías y roles sociales, en consecuencia ese patrón de dominación colonial. Quijano expone en 1992 en la UNESCO en Paris, y dice: América y el capitalismo y la modernidad, nacieron el mismo día. (p.202)
Los colonizadores impusieron como marca de identidad a través de la raza, impuestas por las conquistas, el colonialismo eurocentrista de conocimiento en la elaboración de las teorías de la idea de razas, surgiendo la idea de colocar diferencias entre los europeos y los no europeos, y en la práctica como dominadores y dominados o conquistadores y conquistados, de ese modo la raza en sus rasgos “fenotípicos”, y termino como criterio fundamental para la distribución de las poblaciones como clasificación social universal de la población en el mundo.
En la constitución de la historia de la América, y en sus formas de control en la explotación del trabajo en la producción, apropiación y distribución de los productos, todas estas nuevas formas de de subyugación racial. Esta configuración de patrón global de poder, dan la idea para el nuevo desarrollo en las configuraciones histórico-estructurales de la modernidad, y así a través del nuevo orden del capitalismo se fueron sucediendo en el patrón global en el trabajo y de la producción.
Las nuevas identidades históricas en base a las razas y al trabajo, fueron estructuralmente asociados, pero con independencia de acción entre una de la otra, queremos decir una no dependía de la otra, lo podía cambiar en sus rumbos históricos, pero también una reforzaba a la otra o sea en la raza y el trabajo.
En una sistemática en las maneras del pensar de la Corona hispánica, sobre el control del trabajo, fueron mudados de esclavitud para servidumbre, en algunas comunidades en las América se utilizo la fuerza de trabajo en tanto siervos, como reciprocidad, de trabajos y mercancías, en el caso de algunos españoles que no eran de la nobleza, les permitían a los otros (entendemos esto como servidumbre con habilidades) realizar algunos oficios, sin embargo los negros fueron reducidos a la esclavitud. Los españoles y portugueses de raza superior recibían salarios, o tenían comercios, ahora los de la nobleza podían participar de cargos públicos.
Pero a partir del siglo XVIII, los mestizos comenzaron a participar de actividades que eran destinados a los de raza superior los “ablancados”, esto claro por las habilidades que naturalmente ellos tenían, pero en general el sistema de distribución racista del trabajo se mantuvo en capitalismo colonial/moderno a lo largo de la época colonial. En esta forma de expansión social a través de las razas se expandieron en todo el mundo en una escala global, lo cual Quijano concluye diciendo: Una nueva tecnología de dominación/explotación, en el caso de la raza/trabajo, se articulo de manera que apareciera como naturalmente asociada. Lo cual, hasta ahora, ha sido excepcionalmente exitoso. (p.205) En una posición poder del eurocentrismo ante en los colonizados, unas de las forma colonia española se dio a través de la explotación del oro y la plata (metales preciosos), en el caso de la colonia portuguesa se dio a través del plantíos de café y del caucho, en una forma de trabajo gratuito (no remunerado) de los negros, indios y mestizos, posteriormente en el último tercio del siglo XIX, se introdujo lo que llamaríamos la fuerza del trabajo y su relación capital-salario, anteriormente a esto, la explotación se hacía a través de la raza dominante, ante la razas inferiores los indios, negros y mestizos, en no asalariado, no pagado, con la idea de de que no eran dignos de ser remunerados, trabajo que lo hacían para su amos, esta situación también se produjo en otras partes del mundo, en una relación de control articuladas por relación capital-trabajo asalariado.
La Colonialidad en sus formas de relación capital-trabajo, determina una situación geográfica ante el poder colonizador, en un capitalismo mundial, quien pertenecía a un orden dominante que se situado en la Europa central.
Se según Prebisch, al que describe como “centro-periferia” en una configuración mundial del capitalismo, ya después de la segunda guerra mundial, este patrón asumen el papel social-económico, explica: El capitalismo mundial fue, desde la partida, colonial/moderno y eurocentrado. (p.208)
Determinado el poder colonizador eurocentrista, que inicialmente fue en América, después en África, Asia y eventualmente en Oceanía, una re-definición de la historia occidental, todo esto para establecer las formas del trabajo y del capital, sino también en un nuevo ensamblaje social-cultural, en identidades geo-culturales, en una universalidad simbólica en los patrones de expresión y objetividad de la subjetividad.
Para Wallerstein, indica que el patrón de poder de la Europa central, ante los colonizados, y determinadas las clases sociales (entre blancos y los otros), al que denomina como “etnocentrismo”, en resumen el orden del mundo social, económico y cultural, en base la clasificación racial, con esto en una perspectiva de la modernidad en su racionalismo basado en la Europa central, y de las inter-subjetividades, que se denomina en juego entero, de categorías, como lo explica Quijano diciendo: Oriente-Occidente, primitivo-civilizado, mágico-mítico-científico, irracional-racional, tradicional-moderno, en suma Europa y no-Europa (p.211)
En un proceso histórico de la modernidad, hubo cambios a finales del siglo XIX, y en especial después de la segunda guerra mundial, sobre el debate del desarrollo y sub-desarrollo, asunto que duro en buen tiempo en la teoría de la modernidad, que se baso en la occidentalización de la modernidad, entre los aspectos culturales, sociales y económicos, o sea colonización de lo denominado no-europeas, en resumen la pretensión eurocéntrica en ser protagonista de la modernidad.
Actualmente esta redefinición o reconstitución histórica de cada uno de ellos por su incorporación al nuevo y común patrón de poder mundial. Por lo tanto, también como articulación de muchas racionalidades. En otros términos, puesto que se trata de una historia nueva y diferente, con experiencias específicas, las cuestiones que esta historia en la obligación que esto sea diferente, lo que sí podríamos mantener el nombre de modernidad, pero a la vez en otro sentido.
Desde esa perspectiva, es necesario admitir que América y sus consecuencias inmediatas en el mercado mundial y en la formación de un nuevo patrón de poder mundial, son un cambio histórico verdaderamente enorme y que no afecta solamente a Europa sino al conjunto del mundo, esta visión de globalización del mundo posmoderno, hace que el pensamiento occidentalista sea revisto, se habla de una re-configuración del mundo, en la busca de una identidad o identidades, a través de los aspectos culturales de la propia esencia de su historia, porque creemos que la historia (su pasado) nos puede dar en forma de re-interpretar, nuevos alcances que puedan estar más de acuerdo con nuestras realidades, se habla de la globalización como salida universal, asunto que a nuestra manera de ver son “intereses” creados por la misma occidentalización del pensamiento, pero también encontramos que también existen otras formas del pensar, en el caso del Perú, a los que se le denomina como una “cultura-chicha” o autóctona, algo que viene de sus orígenes de la época precolombina, creemos que ha habido un “cansancio” en la manera del pensar, quizás sea la búsqueda en los orígenes autóctonos, algo que está presente a través de nuestra historia, y claro en Lima es más sensible por la migración hacia la capital, ya que descuadra la racionalidad tradicional de la modernidad, por eso lo vemos hoy en el pensar en una forma quizás ecléctica, de los que la posmodernidad, en resumen “raíces culturales autóctonas” que han estado al margen de los pensamientos occidentalista, sino han guardado a través de los siglos, creemos que a través del idioma quechua, ha podido permanecer ese “pensar”, pero también somos consientes, que la cultura occidental, trae también a través de su historia cuestiones que están arraigadas en nuestro propio pensar, creemos que esta confrontación de ideas y ideales, trae como consecuencias una nueva forma pensar, en una transición (espacio-temporal) de que es la posmodernidad.
En una mirada de lo que actualmente está implicado el eurocentrismo, en lo que se refiere a un campo de “cuestionamientos”, se habla de una homogeneidad en ámbito de economía/sociedad, raza/civilización, entidad/identidad homogénea, probablemente Quijano al ver o proponer una manera de visión lineal de sistema, en una estructura de manera continua y sistémica, pero la historia a través de capitalismo mundial, está fuera de de la homogeneidad, ya que la estructura actual es heterogenia, control del trabajo-recursos-producción, de manera discontinua.
También existiría un dualismo de las propias estructura eurocentrista, un dualismo en la manera de conocimiento, provocado influenciado por la secularización en los modos del pensar y actuar, en este dominio la separación del cuerpo y no-cuerpo, tiene al final una forma de ver la modernidad, debido a la cognición provocada por la religiosidad, que al final sería la salvación del cuerpo, en lo no terrenal, creemos que esto influencia en este conocimiento, ya que al realizar los varios cuestionamientos, cabe la duda si existe ese más allá (fuera de la vida terrenal), una forma de persuasión de los intereses de creados por la poder eclesiástico, y como principio la modernidad en la propia teoría de la crítica, hace que sea de forma sincrónica, del espacio-temporal, en que vivimos, y más aun del “hombre problemático”.
Creemos que la “razón” como virtud de la modernidad, y del propio entender de la razón-sujeto, porque entendemos que la razón a través de la secularización no solo es el poder del “alma”, sino como de las relaciones individuales, razón – sujeto – naturaleza – espíritu, estas se desmiembran y remembran, como razón (o raciocinio) de la virtud del hombre.
En lo que se refiere al proceso de la modernidad como Estado-Nación, vemos que desde el inicio es visto, por lo menos en las Américas, como una cuestión nacional, pero en realidad los estados y las naciones siempre existieron, claro entendemos como algo no configurado formalmente (antiguamente), y hoy lo llamamos en la modernidad de Nación-Estado, en una articulación entendida de forma dogmatica, entendida como de las relaciones hombre-sociedad, y en la estructura del poder, que es el propio “poder”, y de los antecedente del sexo, sus recursos y productos; de la autoridad y de su específica violencia; de la intersubjetividad y del conocimiento. Son los medios reales Estados-Nación Modernos, es una participación más o menos democrática en la distribución del control del poder, para esto solo existían dos formas los democráticos y los antidemocráticos.
Creemos que al concluir el texto, pesamos que si la democracias y la actitud demócrata tiene sí sus formas de evidenciar en su forma de poder, pero estigmatizado a través de la razas, pero en caso de Brasil, creemos que hay un esfuerzo por parte de las personas (razas-sociedad-culturas), en querer o por lo menos intentar se entrelazar, si vemos en una mirada profunda en sus aspectos fenomenológicos, el ejemplo podría ser a través de los desfiles (escuelas de samba) de los carnavales de Rio de Janeiro u en otras ciudades de predominancia racial negra o mestiza, esto quizás que todas las clases sociales participan activamente, hace que en ese momento puedan se interrelacionar en una cierta alegría, social-cultural y haciendo una aproximación de lo que queremos decir: encuentra el Brasil su “identidad” en mezcla de razas, religiones, culturas regionales, esto hace que de alguna forma puedan minimizar las grandes presiones socio-económicos de todavía un país en vías de desarrollo. Algo que consideramos ya es “implícitamente” aceptado por todos los niveles socio-económico-cultura del Brasil, quizás sea un periodo corto, pero en definitiva queda un pensamiento en un momento de reflexión, de cómo están llevando la democracia.
Por último concordamos con Quijano que la idea buscar o avanzar en los procesos de una re-distribución de poder, en una descolonización, que entendemos como un proceso (no algo inmediato) del desarrollo moderno/posmoderno de la historia social-cultural-político de las Américas, pero tampoco creemos que haya una universalización del pensamiento, más bien, podría ser una forma del pensamiento regionalizado, en sus maneras y tipologías ancestrales (Incas, Mayas, etc.), en una nueva mirada de nuestra propia historia y su producto poscontemporáneo.

Lima, 20 de Mayo de 2009.
jvillavisencio@yahoo.com

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