miércoles, 23 de diciembre de 2009

Movilidad (espacial) y vida cotidiana en contextos de metropolización.

Movilidad (espacial) y vida cotidiana en contextos de metropolización.
Pablo Vega Centeno.

Analisis: Arq. Jorge Villavisencio.

En la realización de los diferentes estudios urbanos de la vida cotidiana, mantiene como premisa fundamental la comunicación, a través de la información en la cual contiene, la rapidez en cualquier parte del mundo contemporáneo.
El fenómeno de la globalización hace que el sistema encuentre una estandarización en sus productos.
Es importante resaltar que la vida cotidiana sufre un impacto de esa transformación en su espacio, y el concepto de movilidad cumple un papel de producción de ocupación en el espacio urbano.

El trabajo de Vega-Centeno estudia los fenómenos de transformación donde hay concentración humana vinculada al espacio, y busca introducir el análisis de redes sociales del espacio urbano, y los desplazamientos de los habitantes de la vida cotidiana en su espacio.
A partir de siglo XIX las ciudades marcan un completo desconocimiento de los acontecimientos por los altos índices demográficos, los desplazamientos de los habitantes y en general las comunicaciones hacen que sea básicos una serie de unidades, como es el caso del teléfono, radio, internet y por supuesto los medios de transporte y la vías de comunicación de masas. Estas interacciones entre de espacio local y en la sociedad que se entiende como territorio inmediato, en términos sociales a la vida comunitaria.
En las diferentes teorías la dinámica social y su entorno urbano ocupado por su territorio local, se ve en forma limitada, a través de las practicas de la vida cotidiana que se observan en la ciudad de la que habita, en realidad se circunscribe como espacio local a todo lo que encuentra físicamente, se supone que lo que necesita para que habitante para llevar su vida en común y en la sociedad inscrita, eso genera una identidad que se vincula al lugar donde viven.
Pero esas iteraciones locales, también crean una necesidad de iteraciones ocasionales, lo que no son de mucha frecuencia pero si existe como necesidad, como sucede en el caso del “centro urbano”, lo que trasciende a lo cotidiano o local y también crea una identidad de grupos, como visón diferente a lo cotidiano.
Vega-Centeno recuerda que los espacios sociales están compuestos por aglomeraciones de viviendas, calles, plazas lo que define como “espacios públicos, espacios privados y sus conexiones”, dice como ejemplo que la calle es un lugar de encuentro por definición y un espacio de socialización para todos, la plaza es un espacio para hablar y sé encontrar, todas estos cambios y mutaciones es considerado como un fenómeno de vida reciente a los espacios colectivos como productores de un significado urbano.

En la movilidad como criterio ordenador del espacio, observa que las ciudades no solo han crecido demográficamente, sino que se han integrado entre estos barrios, en estos dos últimos siglos, por lo cual se valoriza el desplazamiento de sus habitantes, lo que implica la necesidad una reorganización de los espacios urbanos.
Según Montulet esto no se agota solo en las vías de desplazamiento, de cómo hacerlas mas fluidas y ágiles, sino esta constituye como “vida organizada mutiespacialemente a partir intersecciones o nodos”, considera que el espacio nodal crea interacciones de potencialidades y que también crea varios centros urbanos, y considera que “el espacio nodal no solo como territorio de permanencia sino como punto encuentro y a la ves de punto de desplazamiento”, también Kevin Lynch dice, queda como criterio que “los edificios arquitectónicos no están cargados de significados, pero si como signos urbanos”.


También, Vega-Centeno y de acuerdo a las teorías dichas en su libro, dice que la multiplicación de puntos de encuentro con la vida urbana va de la mano, con el alto índice de espacios cerrados, como es el caso de restaurantes, centros de esparcimiento y shopping centers, en el siglo XIX las veredas eran para peatones para dar paso a los vehículos, en el siglo XX la multiplicación de vehículos pasan a ser dominantes en el espacio urbano. Todo este servicio de la ciudad demuestra una debilidad en poder transformar el movimiento del espacio urbano.
En algunas perspectivas el concepto de aglomeración como es el caso de metrópolis pasa la idea de dimensiones humanas cambiantes, al referirse de estas se libera de espacios limitados. A través de estas redes nodales se integran globalmente pero estas también se redefinen, como es el caso de la sociedad informacional que transciende la urbanización.
Esa transformación urbana va de la mano de actividades y comportamientos en la vida de la ciudad, el hombre moderno se mueve en la ciudad guardando imágenes y rostros, pero esto puede depreciar su capacidad de interactuar. La libertad de elegir es uno de valores en la cual se organiza la vida cotidiana contemporánea.
Podemos decir que el automóvil se convierte en “libertad de movimientos”, y se liberta de un clasismo de orden social espacial, pero también sufre con ese desprotección por su aislamiento.
En estas vidas de segregación urbana, las personas viven global y localmente sin contribuir a grupos humanos que los diferencien, y que estas permanencias no sean estables, y de redes no permanentes, abriendo las posibilidades de cambios constantes y de posibilidades de aproximación de fenómeno urbano.
El proceso del estudio de los espacios urbanos y su compresión debe ser a todo nivel, desde sus percepciones y de sus prácticas de rutinas de los seres que habitan en sus ciudades.


Lima, 17 de Abril de 2008.
e-mail: jvillavisencio@yahoo.com
Bibliografía
Movilidad (espacial) y vida cotidiana en contextos de metropolización.
Pablo Veja-Centeno; “Reflexiones para comprender el fenómeno urbano contemporáneo”
(pp. 19-51).

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