jueves, 5 de noviembre de 2009

Vers une architeture (1922) Le Corbusier - Segunda Parte

"Vers une architeture" (1922) - 2 Parte.

Ensayo: Arq. Jorge Villavisencio Ordóñez

Los volúmenes reunidos bajo la luz, el arquitecto tiene como misión dar vida a las superficies que envuelven sus volúmenes, por otra parte la superficie con frecuencia utilitaria, significa obligarse a hallar la división impuesta por la superficie. Una arquitectura es una casa, un templo, una fabrica. Los cilindros, los conos, las esferas, son básicamente geometría que asusta a los arquitectos.
Se necesita que las calles, donde la limpieza, la atención a las necesidades de la vivienda, la aplicación del espíritu en serie, en la organización de la construcción.
Modelar la superficie unida de una forma primaria simple es hacer surgir automáticamente la competencia del volumen.
“Modular es permanecer en el volumen”

La superficie agujereada por las necesidades (indica que eso hace parte del muro) del destino, debe tomar las generatrices acusatríces de estas formas simples, estas superficies envueltas en los volúmenes crean realidades
plásticas, claras y límpidas, brindando paz para los ojos, y los goces de la geometría al espíritu.

No hay duda que los arquitectos de aquella época tiene temor de la geometría, en mi opinión por falta de conocimiento o por un comodísimo de aquella época, cuando hoy sabemos que es fundamental liderar con esos conceptos geométricos, eso nos da clareza de las formas en la superficie y del volumen, con un nuevo espíritu renovador de nuevas ideas de conceptos más actuales. Toda esa inquietud de “modular” es lo que crea el volumen que da más capacidad de goce en la arquitectura, el de aprovechar justamente eso huecos en los muros para realizar nuevas ideas y posibles conceptos arquitectónicos, la elegancia y plasticidad queda como una nueva forma de expresión.

Sobre “EL PLAN” indica Le Corbusier, que la arquitectura no tiene nada que ver con los estilos, lo que hay de particular y magnifico en la “abstracción” arquitectónica.
El volumen y la superficie son elementos por la cual se manifiesta la arquitectura. Si el volumen y sus relaciones con el espacio tienen proporciones justas, el ojo transmite sensaciones coordinadas, y el espíritu obtiene de ellas las satisfacciones de un orden elevado: eso es arquitectura.
El Plan está en la base. Sin plan no hay grandeza de intención y de expresión, ni ritmo ni volumen, ni coherencia. Sin Plan, se produce esa sensación de informalidad, de indigencia, de desorden, de arbitrariedad insoportable al hombre. El Plan necesita la imaginación mas activa.
El Plan lleva en sí una esencia misma de la sensación.
La Tecnología de esa época – la técnica de la fiñanaza y de la construcción – están prontas a realizar esa tarea.
Las grandes ciudades se han hecho demasiadas densas para la “seguridad” de los habitantes, sin embargo, no son lo bastante densas para responder a la nueva realidad de los “negocios”. Partiendo del acontecimiento constructivo del capital que es el “rascacielos” norteamericano, esta gran densidad como ejemplo de un edificio de 60 pisos, construcciones inmensas, el concreto armado y el acero permite esas audacias. Esas torres albergan el trabajo hoy asfixiado en barrios populosos y en calles congestionadas.

En principio Le Corbusier trata de decir que existe una “abstracción” de manera singular, al ojo humano, que dentro de un Plan exige que sea trazado de forma coherente de la necesidad del hombre, como ser
fundamental, esa sensación debe estar inscrita dentro de un proyecto arquitectónico. Para dar la grandeza que se desea.
Hay una nueva realidad en el mundo de los negocios la “densidad poblacional” ya sea por los altos costos de los terrenos disponibles (en la actualidad), por las aprovechamientos económicos por parte de los negocios inmobiliarios. También uno de los temas que nos aflige a la sociedad en la actualidad, es simple deseo de seguridad (parte importante de los deseos de nuestros días), esto también contrapone la idea de la limpieza y orden urbana, con una forma ser, creada por el hombre actual, los costos son considerados enormes y otras ves refleja las nuevas necesidades del hombre, como idea fundamental del nuevo espíritu tantas veces dicho por Le Corbusier. Considero que este absurdo de la macro-economía globalizada, puede llevar a un nuevo desorden y perjudicar nuevamente al sentimiento del ser humano, de la paz, armonía y tranquilidad de espíritu.

Le Corbusier en él capitulo de “LOS TRAZADOS REGULADORES” dice: Que la arquitectura tiene un nacimiento fatal, y cuya obligación es el “orden” para ese trazado es un seguro contra la arbitrariedad, y la procura la satisfacción del espíritu. El trazado regulador es un medio, no una receta. Su elección y modalidades de expresión forman parte integrante de la creación arquitectónica.
También dice: que el hombre primitivo ha detenido su carro, decide que éste será su suelo y elige claro el abate de los árboles, allana el terreno.
También el camino del rectilíneo que permiten sus herramientas, sus brazos y el tiempo. Los hombres de las tribus han decidido albergar a un Dios y lo colocan en un lugar de un espacio ordenado.
No hay hombre primitivo, hay medios primitivos. La idea constante y está en potencia desde el comienzo.
Para construir bien, para repartir bien los esfuerzos, para logra la solidez y la utilidad de la obra, las medidas condicionan todo.
Para medir ha tomado como referencia: su paso, su codo o su dedo.
Estos deseos de su comodidad, de su medida, es la escala humana. Armoniza con él y eso es lo principal.
Pero al determinar las distancias respectivas a los objetos, ha inventado ritmos sensibles (actos humanos), a la vista, claros a sus relaciones.
La mayoría de los arquitectos no han olvidado hoy que la gran arquitectura se halla en los mismos orígenes de la humanidad y está en función directa de los instintos humanos.

“La arquitectura es la primera manifestación del hombre que crea su universo, que crea a imagen de la naturaleza, sometiéndose a las leyes de la naturaleza. Las leyes de la gravedad, de la estática, de la dinámica, se imponen por la reducción de lo absurdo: sostener y derrumbarse”.

Como análisis Le Corbusier dice: El hombre actual cepilla a la perfección una tabla con una cepilladora en pocos segundos. El hombre de ayer, cepillaba una tabla bastante bien, con un cepillo. El hombre primitivo encuadraba muy mal una tabla. (No es que no lo quisiera hacer bien, sino no contaba con las herramientas necesarias).
Al final concluye que un “Trazado Regulador” es un seguro contra la arbitrariedad, es la verificación que aprueba todo trabajo creado en el entusiasmo. El trazado regulador es una satisfacción del orden espiritual que conduce a la busca de las relaciones ingeniosas y de relaciones harmónicas.

En principio Le Corbusier hace un llamado a lo que se denomina hoy a la observación de la naturaleza, del equilibrio de esta nueva arquitectura, sin modismo y más objetiva, buscando el equilibrio entre la naturaleza y el hombre, el uso de la técnica (herramientas), puede y deben dar la respuesta de los materiales con su buen y magnifico uso. Esa magnificencia sola sé dará a travez de una observación minuciosa de la escala humana.

Los Aviones – El avión es producto de una alta selección, presidido por el enunciado del problema y la realización, así el problema de la casa no esta planteado, los elementos en la arquitectura ya no responden a la actualidad, pero si hay normas de vivienda, y propone que la casa es una maquina de habitar.
Y amplia algunos conceptos de la cantidad de las habitaciones. Una para cocinar, y una para comer, una para trabajar, una para lavarse y una para dormir. “Estas son las normas de vivienda”.
También hace un paralelo en el “Manual de la Vivienda”, y de su buen uso.

Los Automóviles – Hay que establecer normas para hacer frente a los problemas para poder entender con perfección. La arquitectura actúa sobre las normas, estas normas son cosa lógica, de análisis y estudio para establecer un problema bien planteado.
Como la casa es un producto necesario para el hombre. El cuadro es un producto necesario para el hombre para responder a las necesidades de orden espiritual, determinados en las normas de la emoción.
Establecer una norma significa agotar todas posibilidades practicas y razonables, deducir un tipo reconocido conforme a sus funciones, al rendimiento máximo, mínimo empleo de medios, mano de obra y material palabras, formas, sonidos y colores.
El automóvil es un objeto de función sencilla (rodar) y de fines complejos (conforto, resistencia, aspecto), que ha colocado la gran industria en la necesidad imperiosa de estandardizar. Todos los autos tienen la misma disposición especial.

Como se puede ver en toda esta síntesis de cómo Le Corbusier ve el panorama, denota una rebeldía, que los arquitectos no llegan a ver el problema como realmente existe, si no están mas preocupados por la parte artística que con “las cosas modernas actuales”. Como es le caso de industrialización, la vivienda en serie y las nuevas formas de transporte en es caso del avión y el automóvil, si el auto que lo ve de manera simple de rodar, pero de conceptos complejos, haciendo una critica de esto, puedo deducir, que el auto dependiendo de la marca o modelo crea un status social, cuando nosotros sabemos que solo es un medio de transporte, los complejos de ser humano hace que el “status social”, tenga un significado mayor que con el fin de la creación de el automóvil.

En él capitulo de arquitectura “LA LECCCION DE ROMA”, hace unas indicaciones que son muy elocuentes y en síntesis dice:

- La arquitectura está mas allá de las cosas utilitarias.
- La arquitectura es plástica.
- Espíritu de orden, unidad de intención.
- Los elementos arquitectónicos son la luz, la sombra, el muro y el espacio.
- El hombre ve las cosas de la arquitectura con los ojos que están a 1.70 metros de altura.
- La proporción de la piedra al toque del arquitecto, este se revela como lo simple de arquitecto o ingeniero.
- La proporción esta libre de toda traba.
- La proporción es una pura creación del espíritu.

Todos estos enunciados son los que se debe tomar en cuenta para tener una calidad arquitectónica, cosa que es muy utilizado hoy en día, de una forma simple y directa, creo que la forma más elocuente para la realización del proyecto arquitectónico actual del siglo XXI.
A veces nosotros arquitectos creamos estigmas para la calificación de nuestro proyecto arquitectónico, ya sea por el estado de espíritu de aquel momento, habría que hacer un análisis más profundo, sobre este caso del “estado de espíritu”, quizás sea por la presión del momento, por el proceso de una unidad macro-económica, o también por los materiales constructivos utilizados, o también por el “momento” de creación simple de un proyecto del estado de espíritu psicológico. Para esto habría que agregar más tiempo para una reflexión de manera más cognoscitiva.

En el capitulo que se refiere Le Corbusier en la “Casa en serie” dice:
- Existe un espíritu nuevo.
- Acaba de comenzar una gran época.
- La industria nos trae unas nuevas herramientas de la época.
- El primer deber de la arquitectura, es una nueva época de renovación, consiste en revisar los valores y los elementos constitutivos de la casa.
- La serie se basa en el análisis y la experimentación.

La gran industria debe ocuparse de la edificación y establecer en serie los elementos de la casa.
- Hay que crear el estado de espíritu de la serie.
- El estado de espíritu de construir casas en serie.
- El estado d espíritu de habitar casas en serie.
- El estado de espíritu de concebir casa en serie.

Si arrancan del corazón y del espíritu los conceptos inmóviles de la casa, y se enfoca la cuestión desde el punto de vista critico y objetivo. Se llegara a la casa-herramienta, a la casa en serie, sana (moralmente también) y bella con la estética de las herramientas de trabajo que acompañan nuestra existencia.
Bella también por toda la animación que el sentido artístico puede dar a los órganos estrictos y puros.

En este tema puedo decir que la “industrialización” es la herramienta fundamental para el nuevo desarrollo, si tomamos como referencia, la necesidad que el hombre “necesita de su vivienda”, nos parece que es un aspecto que toda la familia espera, que el hombre tiene una obligación en
concretizar esta necesidad, y en algunos casos se demora “toda una vida, de trabajo y lucha” para tener y por fin conseguir este gran anhelo que la familia espera del hombre-padre de familia. También quiero decir
filosóficamente, “que el hombre-padre de familia, tiene la obligación de (concretamente) y que la mujer-madre de familia tiene la obligación de construir , el cuidado con los hijos, la casa, el marido, la necesidades diarias”. Hoy en el siglo XXI, esa colaboración y concretización es mutua cabe a ambos hombre y mujer construir “un todo”.
Le Corbusier en su intuito de construir la “casa en serie” quiere decir que hay un aspecto nuevamente del “espíritu” (como dije anteriormente, el examen más profundo de manera más cognoscitiva), cabe a nosotros los arquitectos interpretar esas “ideas” y llevarlas delante de una forma mas concordante con la realidad actual, bien hecha, de forma eficiente, con amplitud en el pensamiento, de entregar de cuerpo y alma todo este conocimiento arquitectónico de forma, función de estética.

Le Corbusier en él capitulo “Arquitectura y Revolución” dice: En todos los dominios de la industria se han planteado problemas nuevos, y se han creado las herramientas capaces de resolverlos. Si se coloca este hecho frente al pasado, hay una revolución.
En la edificación se ha comenzado la fabricación en serie: se ha creado, de acuerdo a las nuevas necesidades económicas, los elementos del detalle y los elementos del conjunto. Si uno enfrenta con el pasado, hay una revolución en los métodos y en la amplitud de las empresas.
Aunque en la arquitectura evoluciona lentamente a través de los siglos, en modalidades de estructura y decoración, en cincuenta años el hierro y el cemento han aportado conquistas que los índices de una gran potencia de construcción y el índice de arquitectura con un código alterado.

Las mentes han percibido, conciente o inconscientemente, estos acontecimientos. Consciente o inconscientemente, han nacido necesidades.
El mecanismo social, profundamente perturbado, oscila entre un mejoramiento de importancia histórica y una catástrofe.

El instinto primordial de todo ser viviente es asegurase un albergue. Las diversas clases activas de la sociedad no tienen un albergue adecuado: ni el obrero, ni el intelectual.
La clave del equilibrio actualmente esta roto, está en el problema de la vivienda, arquitectura o revolución.

En todas estas frases de Le Corbusier podemos decir, que las conquistas a travez de arquitectura, que estos materiales utilizados hasta hoy, como el hierro, el concreto, y ahora en el siglo XXI, con el uso del poli carbonato,
del draw-wall, de la pré-fabricación de las instalaciones hidráulicas, eléctricas, de los edificios inteligentes, entre otras “ nuevas tecnologías”, de
la construcción. El deseo de más amplitud de pensamiento y también genialidades de expresión arquitectónica, sin limitaciones, cabe a nosotros arquitectos y urbanista, situarnos en un pensamiento más profundo del papel que nos corresponde.
Le Corbusier en todo su libro abre todo una “nueva idea” de la arquitectura más moderna y más actuante. Digo más los arquitectos somos obligados a tener esa percepción del pensamiento, hacer estudios más epistemológicos (teoría de conocimiento), de cada tema, de cada línea, de cada trazo, del volumen, de la forma y función arquitectónica.

Prácticamente han pasado 100 años de la publicación del libro de “Le Corbusier” – Hacia una Arquitectura, y considero que todavía no nos hemos situado en el papel que nos corresponde como arquitectos, con todas esas necesidades primordiales del estudio minucioso de la investigación, de la reflexión sobre el tema de la arquitectura. Nuevamente decimos, tenemos que ser más perspicaces, utilizando estas nuevas herramientas tecnológicas, lo nuevo, “lo virtual”, la nueva sensibilidad, el nuevo placer por el goce arquitectónico, la nueva estética, lo nuevos: materiales y las nuevas técnicas constructivas y por ultimo la nueva ruptura del pensamiento y del espíritu más profundo. Así podemos llegar al nuevo arte de la arquitectura y del urbanismo del siglo XXI.

Lima, 21 de Noviembre de 2007.

Arq. Jorge Villavisencio Ordóñez

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