domingo, 24 de enero de 2010

Arte y Sociedad Latinoamericana

Arte y Sociedad Latinoamericana
Juan Acha

Análisis y Critica: Arq. Jorge Villavisencio

En el libro de Juan Acha de 1979, Arte y Sociedad Latinoamericana, encontramos una visión bastante prolífica, en un pensamiento bastante amplio, pero apuntaremos algunas aproximaciones, de sus significados como también de lo que pensamos.
Acha realiza un examen teórico de lo que es la “Teoría”, y como es vista de dentro del escenario tercermundista Latinoamericano, como formas de producción tecnológica de lo que sería más moderno, ampliando y enraizando nuestras contradicciones e incoherencias, y que las teorías artísticas, están de nuestros intereses colectivos, como también que el desarrollo es una cuestión de sensibilidad. Como condición indispensable para la evolución sensitiva, mental y afectiva, por lo tanto el hecho de revalidar la utilidad material y social de toda producción cultural entraña aspectos ciertamente positivos.
La primera pregunta que se nos viene a la mente es: ¿Qué es Teoría?, y en algunos libros e diccionarios especializados encontramos esta definición; El termino <> precede del griego o, theoreo que significa mirar, y de su derivado theoros con el que se designaba a los embajadores que las ciudades enviaba a una fiesta religiosa, como los Juegos, y cuya única función era de observar sin participar, de donde la theoria, la acción de observar de estos, toma su sentido posterior de contemplación pasiva que puede entenderse no solo como visón física sino también mental. Para Democrito se refiere a la visón de un objeto físico. En Platón corresponde a la visión del mundo inteligible, que es la actividad propia del filósofo. Aristóteles marca de forma decisiva la oposición ya presente en Platón entre la vida contemplativa y la vida activa, entre la theoria y la praxis, oposición que continuará ejerciéndose a lo largo de la historia de la filosofía y que se replanteará en los siglos XIX y XX de modo que el significativo en Marx, Engels y sus continuadores y en la llamadas filosofías de la acción. (BARRIO, Cipriano Alfonso, Colección Estructuras y Procesos (serie filosofía), Editora Trotta, S.A., Madrid, 2000. P. 555)
Para Aristóteles theoria es la actividad del primer motor y, consecuentemente, la vida teórica es la que se corresponde con el más alto grado de virtud, la que debe seguir el hombre sabio para llevar una vida feliz según la justicia puesto que representa el ejercicio de la más alta función del intelecto, la que confiere al hombre una mayor semejanza con Dios.

También una “teoría” es el sistema lógico compuesto de observaciones, axiomas y postulados, que tienen como objetivo declarar bajo en qué condiciones se desarrollarán ciertos supuestos, tomando como contexto una explicación del medio idóneo para que se desarrollen las predicciones. Estas se pueden especular, deducir y/o postular mediante ciertas reglas o razonamientos y también de otros posibles hechos.
Esta definición de que la teoría es como objeto de “mirar”, y que el que esta haciendo la “practica” este que estamos “mirando”, como meros observadores, nace la siguiente pregunta, claro esto filosóficamente, ¿Será que quien esta haciendo teoría, también esta haciendo la practica?, ¿Será que quien hace la teoría también esta haciendo practica de la teoría?
Para Acha al referirse al “escenario mundial tercermundista”, estaríamos hablando de nuestras realidades, cosa que considero que hay una nueva visión o un intento de ver que nuestras realidades, van se enriqueciendo, como en una forma cultural de “identidad” autóctona como lo explica Lauder, y hasta cierto punto las artes (especialmente la pintura), tiene sí, una ingerencia de identidad de lo que es nuestro.
En lo que refiere a nuestras “contradicciones e incoherencias”, creemos que esto obedece al pensamiento occidentalista, como una falta de “armonía” entre nuestro pensamiento como de identidad propia, pero también consideramos oportuno citar a Elio Martuteccelli donde dice: Luego ya se sabe, la historia del Perú y de América se definirá, por una nueva relación de fuerza e intereses de otros países del mundo. Esto sí, dentro de un pensamiento plural, sería conveniente aceptar el grado diverso de la evolución de cada cultura y suponer que no existen así ni centros ni periferias. En principio, no debería entonces haber modelos para transplantar de un lugar a otro. La conciencia que existan culturas “mejores es la que termina por fijar que unas situaciones sean más “avanzadas” que otras. (Arquitectura para una Ciudad Fragmentada, Martuccelli; 2000:45).
También en Acha, encontramos aspectos de definición en los procedimientos de producción y consumo, de a lo que refiere a las ramas de la investigación científica como: estética, museografía, historia, teoría y crítica del arte.
Así como en del pensamiento moderno en lo que se refiere al arte instrumental y al arte contemporáneo como: lingüística, informática, semiótica, estructuralismo, materialismo dialéctico e histórico.

Lima, 25 de Septiembre de 2008.
jvillavisencio@yahoo.com


Bibliografía

LUDEÑA, Urquizo Wiley, Ideas y Arquitectura en el Perú del siglo XX, SEMSA Ed., Lima, 1986.

ACHA, Juan, Arte y Sociedad Latinoamericana – Sistema de Producción, Fondo de Cultura Económica, México, 1979.


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